sábado, 20 de abril de 2013

Darle la vuelta

Si te enfrentas a dos espejos contrapuestos, tienes la verdad y el revés que tampoco es mentira. ¿la mentira o lo opuesto?. Tú puedes mirar por donde mejor te convenga y creer la verdad que mejor te venga. Si comes galletas, ten cuidado porque algo te puede pasar. Y si ves a un conejo con reloj correr, ¡tú verás lo que haces! 

Alicia se  metió en el espejo para descubrir el mundo del revés. Ahora le bastaría con asomarse a la ventana.
Esa sensación de que todo es ajeno y extraño y sucede exactamente al revés de cómo nos gustaría no es la magia de sentir que todo es nuevo
No es la aventura de ir descubriendo mundos nuevos o encontrarnos conejos con prisas. Es la constatación de que todo sucede exactamente al revés de como deberían suceder las cosas para compartir un mundo mejor, que no es ni mucho menos el mundo más costoso ni que más trabajo conlleva. Sólo es el sitio donde nos gustaría vivir, equilibrado, justo y sin la codicia desorbitada de algunos que tanto nos está costando
Políticos que benefician a corruptos y defraudadores, empresas farmacéuticas que investigan nuevas enfermedades para lucrarse, fiscales que defienden sólo al hombre si es en beneficio de la economía, la educación como negocio, la salud como beneficio empresarial, ponerle impuestos al sol, que la mujer retroceda décadas en sus derechos, que la política la lleven quienes nunca fueron elegidos,  jueces que desimputan y ciudadanos que ante esto nos quedamos perplejos; curas que ofenden y pecan y violan, ministras y ministros que se ríen de la desnutrición de los niños, ministros que comparan el ejercicio de la política con sentimientos como el amor. 
Si esto no es el mundo al revés, no me lo digáis. Prefiero pensar que se le puede dar la vuelta.




Mientras nos quedamos con Quino, ¿Que no?

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