viernes, 6 de diciembre de 2019

Encerrados

Hace unos días se subieron al autobús un grupo de cuatro chavales de instituto, no creo que de más de 16 años. Hablaban de la pandilla y en concreto de un compañero que le había "robado" la novia al que parecía el cabecilla. "La muy zorra,
esos no saben lo que han hecho. Ya lo tengo todo pensado y me la voy a pinchar para que los dos aprendan" Los colegas le rieron la gracia y algunas mujeres y un hombre del autobús les increpamos y se bajaron en la próxima  parada llamándonos de todo y con amenazas yo a ti te conozco, ten cuidado...
Exhibieron una agresividad impudorosa y colectiva, machitos de medio pelo con un futuro personal, social, penal y machista inquietante. Creo que vimos a una manada en potencia, si nadie le pone remedio.
Que la educación está fallando no es ningún secreto, el sistema educativo está siendo dirigido a un objetivo concreto que desde luego no es la racionalidad, la reflexión, la libre elección, el conocimiento ni mucho menos la intelectualidad. Las mentiras y los mensajes fáciles, fascistas (o no) machistas (o no) que los liberan de toda responsabilidad, que refuerza la culpa de la víctima, sea mujer, inmigrante o clase obrera, calan y empapan en unos cerebros en los que esos mensajes no encuentran obstáculo.

Esta semana hemos conocido los resultados del estudio PISA. Análisis y datos que siempre nos llevan a las mismas conclusiones de necesidad de reforma legal y consenso político que culmine en un Gran Pacto por la Educación. Pero eso no va a pasar. La educación es una de las principales armas del capital y el neoliberalismo para trabajar desiguales y también es un gran negocio.
El dato más inquietante es comprobar cómo se trabaja en la brecha social. Si dos chicos trabajan igual y tienen igual rendimiento, si eres pobre, repetirás cuatro veces más que el que tiene recursos, en el mejor de los casos. Hay comunidades que se eleva hasta 6 el indice de probabilidad.
Fracaso escolar que tiene un claro destino, mano de obra barata, clase obrera sin ambición y sin cuestionamientos sobre lo que oye o lee. Una brecha social donde la mano de obra vive para trabajar y trabaja para faricar aquello que ni siquiera tendrá la posibilidad de adquirir. En definitiva una sociedad donde todo es consumible, todo es mercantilizable y ya ellos dirigirán el mercado y la sociedad.
Encerrados en su situación y explotados, el siguiente paso es trabajar el individualismo y la autoayuda, pero eso tiene materia para otro debate.
Beauvoir se apoyó en la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel para explicar las relaciones de poder entre hombre y mujer. El amo es amo porque el esclavo lo reconoce como tal. Ese es el resultado de toda la maquinaria neoliberal capitalista y patriarcal, una clase sometida a través de la mirada del amo. El ejercicio es fácil, en la dialéctica hegeliana, donde pone esclavo pongan mujer, trabajador, clase obrera.
@enelreves



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