Algo vamos a tener que hacer

Algunos pensaban que a base de golpes y recortes nos iban a dejar mansos y sin ganas de nada. Que nos sentaríamos en la terraza en plan contemplativo y viendo como iban pintando el paisaje a su antojo, manoseando nuestro mundo para que sirviera a sus necesidades y a sus intereses. Que nada nos haría movernos. Pero empieza a haber meneo
 en nuestro país, incipiente y lento que da señales de que algo está cambiando. Quien lo quiera llamar inestabilidad, terrorismo o chavismo, que lo haga pero ellos saben que es un embrión.
Nos han dicho que todo lo que hacen es por nuestro bien, con un paternalismo que no sólo viene de la derecha, que todo es necesario para la buena marcha del país, nos han regañado como a niños porque no somos buenos y por eso nos han tenido que castigar sin postre, sin empleo, sin derechos, sin libertades;  es sólo una pequeña lección que nos dan. Que hay unos hombres malos en unas ciénagas llamadas sindicatos que nos hacen conjuros que nos impiden pensar por nosotros mismos, pero que eso es remediable con una pócima que ellos tienen. Y las mujeres, incapaces de valerse por

sí mismas, sólo tendrán lo que es justo para ellas, un lugar en casa y en el confesionario. Y así, a golpe de mentiras, demagogia, sobres sin castigo, decretos y leyes a medida para los suyo, venta de lo que es nuestro han ido forjando un mundo lleno de luz y color, por nuestro bien, y para mejorar el Orden Mundial. Primero vinieron a por los comunistas, pero como yo no lo era.... Algo así iba pasando. Como en el poema que Beltrolt Brech nunca escribió. A por los obreros, los parados, los que tenían hipoteca, los funcionarios, los que no eran como ellos, a por las mujeres, los enfermos, estudiantes a por los dependientes. Y entonces nos dimos cuenta de que venían a por nosotros, todos nosotros.
Entonces cambió el aire. Algo se empezó a mover. Cambios, cambios, cambios. Muy tímidos algunos, poco a poco y con mucha insistencia la gente no dejaba de protestar y hacer visible que estaban mosqueados, enfadados, descontentos, indignados o cómo lo quieras llamar. Todo valía, huelgas generales, las camisetas, el twitter, un chaleco reflectante para los abuelos, palos con un cartón, el facebook, las plataformas vecinales, manifestaciones, las mareas, los círculos, las marchas, los trenes, las banderas. Lo importante es hacer pequeñas o grandes revoluciones que vayan sumando para ganar.
Municipalia, Guanyem, Ganemos Málaga, son movimientos locales que aglutinan y se autoconvocan para "Impulsar la movilización y construir la convergencia para la Alternativa". En unos sitios la iniciativa surge desde una Plataforma, en otros desde los yayoflautas y en otro desde asociaciones vecinales. Todo ese movimiento, toda esa energía no se puede quedar en la calle, debe servir para ganar. Y los partidos lo saben. Algo se mueve. El PSOE se abre, discute y debate para sumar, crecer y abrirse, por su parte IU quiere estar en esos movimientos que llaman "de abajo" pero son de izquierdas, para aportar y conseguir que la nueva resistencia consiga cambiar el escenario.
Podemos estar de acuerdo o no con las formas, lo que es indiscutible es la necesidad de que la sociedad se implique en la política si quiere que algo cambie. Podemos pensar que están equivocados en la organización sin organización que pudiera significar el fracaso en el futuro, pero es necesario la implicación de todos para que sociedad mejore. Podemos pensar que las primarias abiertas al mundo mundial es poco serio. Podemos incluso pensar que si no estamos dentro seguro que es malo, pero entonces lo mejor que podremos hacer es no inmiscuirnos, porque peor de lo que es ahora la cosa seguro que no lo será. O sí.
Cómo será de serio el cambio social que estamos viviendo que van a tirar de ley "ad hoc" para evitar que en las primeras elecciones, las municipales, estos rojos que de nada entienden y de todo saben se hagan con más alcaldías de la cuenta. Una ley que nace del miedo, que haría que ellos no pierdan el compás de vendernos a curas, banqueros y troikas.
Estaremos ciegos si no vemos que esto es imparable desde la izquierda, toda la izquierda, social, política y sindical. El papel que cada uno quiera, pueda o sepa jugar será decisión de cada cual. pero se exige flexibilidad y rapidez en la decisión. Cada cual tiene su ámbito de actuación, y trabajo que hacer ahí.

Los yayofalutas se autoconvocaron en Málaga para ganar Málaga para la gente. Iu hizo lo propio y apostó proponiendo una candidatura de compromiso con colectivos como democracia Real, PAH, Movimiento por la Democracia o la Casa Invisible. IU Málaga también pide que CC.OO. se comprometa y apueste en la jugada. Que se implique en el fortalecimiento social. Como hizo desde la Dictadura hasta la Democracia.
CC.OO. es un movimiento obrero, un sindicato. Sociopolítico, de izquierdas, pero sindicato. Con un ámbito de actuación laboral. Pero cuando la sociedad se mueve y llama a las puertas de una organización obrera, social y política ¿Qué hacer? Una vez fuimos partícipes del mayor cambio social y político de España en siglos. Con una fórmula concreta y enérgica. Y ¿ahora? Los tiempos son otros y las formas también deban serlo.
Pero lo que sea que se decida debe ser en un plazo no muy largo de tiempo. No valen las parálisis. Con garantías de que signifique lo que las bases del sindicato quieran en su mayoría, pero hay que hablar, discutir y decidir. No decir nada, no posicionarse no vale. Estoy segura que para CC.OO. es tan importante aportar a la sociedad y favorecer el cambio como a los convocantes de estos movimientos ahora políticos. De qué forma, en qué medida  y en qué ámbito actuar es la decisión que se debe tomar en el sindicato.

Nuestro gobierno, este PP nuestro, está consiguiendo lo que creíamos no iba a suceder. Meternos en un periodo casi reconstituyente. La oposición se pone de acuerdo en su totalidad contra leyes de barrido democrático aprobadas y publicadas con alevosía y festividad. Han conseguido que se hable de adecuar las Instituciones a la nueva realidad, preguntar a la sociedad qué quiere y de conseguir más democracia; de que nos gobiernen aquellos a los que votamos y no quienes los dirigen con sus trajes negros. Con serenidad, con madurez y con inteligencia colectiva tenemos que reconducir esta energía, desde donde sea.
@enelreves

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