lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Y tú me lo preguntas?

Enemigo público número uno.
Esta fue la declaración de guerra que la derecha, las empresas, los ambientes financieros y los neoliberales extremos (y los que no son tanto), hicieron a los sindicatos hace mucho ya.
Al igual que a los sindicatos y sindicalistas, también le plantaron batalla a las personas que trabajan en el sector público, mal llamados en general funcionarios.
¿Y todo para qué? Pues todo para lo mismo. Con el ánimo de eliminar todo aquello que se anteponga a sus objetivos ya nada oscuros. Una meta que poco a poco van consiguiendo con la amistad del alma entre Rajoy y sus secuaces, ese que llegó con un programa y gobierna con el que le dictó Rosell. Todo debe convertirse en negocio, todo se debe comprar y todo debe tener un precio. Los ciudadanos no deben ser individuos para los que el Estado deba conseguir la plenitud, seguridad y desarrollo, sino todo lo contrario. Con el slogan "vete buscando la vida"
se talan derechos y servicios que en un Estado Social son instrumentos y herramientas para el desarollo del individuo, con el objetivo de su plena participación en la vida del país.
¡¡ Qué locos incrédulos pensar que este fuera el catecismo de nuestros dirigentes!!. Muy al contrario en su forma de actuar se trabaja para la desigualdad, el desequilibrio y las oportunidades dirigidas sólo a ellos. Eliminar Estado supone que quien pueda se lo pague y quien no pueda, pues a lo Andrea Fabra, incluída la salud y la vida. Si no tienes no podrás estudiar, ni sanar ni tener una vejez digna.
Ya lo dice nuestra prócer Ana Botella, "Insistiremos en ofrecer los servicios al menor coste, caiga quien caiga"
En Madrid, un grupo de trabajadores, sus sindicatos y comités de empresa han contribuido a desmontar en parte esta estrategia. Los ciudadanos, en ocasiones, nos cegamos con la demagogia, el discurso fácil, egoísta y typartero de las derechas. De ahí que cale la idea de lo caro de los Servicios Públicos, de lo zángano del funcionariado y de lo injusto de la fijeza en el empleo de estos últimos. Pasando, claro está, por la apisonadora mediática que asume sin pruebas y con sospechas bajo sumario, las más descabelladas teorías conspirativas y gansterianas para desmantelar la credibilidad y labor histórica de los sindicatos.
Pues estos señores han podido demostrar la falacia de la privatización de servicios públicos, poner bajo una lupa la miseria que conlleva para el trabajador, el servicio y por ende los ciudadanos y el enriquecimiento desmedido de empresas al asumir estas contratas. También, con casi dos semanas de huelga, que les habrá costado un dineral para sus ya pobres economías, han podido demostrar que sindicatos y trabajadores sí sirven para algo. Que la lucha por los intereses de los trabajadores son los mismos, cuando de lo público se habla, que la lucha por los intereses generales. Que los sindicatos no abandonan a los trabajadores, porque los trabajadores son los sindicatos.
Y han quitado la careta (si les quedaba) a los políticos de la derecha, cuando vociferan que un servicio privatizado ya no lo consideran problema suyo. #Empresaycrédito ¿? Ni la limpieza, ni la educación, ni la sanidad, ni las comunicaciones, ni el agua, ni ninguno. Ese es su plan. Ciudadanos tomados como clientes, y políticos ejerciendo como favorecedores de la riqueza de empresarios y banqueros y a los demás, si te he visto no me acuerdo. Los trabajadores con su huelga de limpieza de Madrid ha desemascarado, para parte de la sociedad la actitud ruin de la alcaldesa y los suyos. Son los políticos los responsables que el servicio público se lleve a cabo, de la forma más eficaz, eficiente y honrada. Y sin el gasto añadido del IVA que implica la privatización. También ha salido a la luz lo que de verdad conlleva la privatización de los servicios. La sociedad lo ha entendido y los madrileños han actuado apoyando la huelga que tanto malestar les ha provocado.
No es verdad que a los españoles ahora no les preocupe nada más que los problemas sociales, que también, pero no sólo. Tener comida en casa, medicamentos para los enfermos, una vejez digna y solventada, un servicio sanitario universal, poder enviar a los hijos a la escuela o la universidad son entre otras, cuestiones principales. Estas son las herramientas que debe utilizar el gobierno para mantener el Estado Social, y si nos la quitan hay que pelearlas. Pero están esas otras peleas, las laborales, en la empresa y en el curro que a base de amenazas, reformas laborales y estrangulamientos legales intentan ahogar.  Y es así, con la lucha, las reivindicaciones, la unidad y la razón como se pelean. Es cierto que la unión hace la fuerza y vence el miedo. 
Sindicato somos todos.

@Enelreves

No hay comentarios: