Este caso de violación múltiple de Málaga y el de Gandía, donde los 4 jóvenes acusados de violación están en prisión han sorprendido a muchos. Siempre hemos creído que las violaciones múltiples y las agresiones sexuales a mujeres y niñas sólo ocurrían en la India
o en conflictos armados y de pronto ha tenido que pasarnos cerca y con la prensa encima de los sucesos para que seamos conscientes que aquí también existen los abusos por diversión, que nuestros hombres también hacen uso y abuso de las mujeres como si de objetos se tratara. ¿Por qué no somos tan sensibles con el caso de niñas secuestradas, sedadas o no y devueltas tras ser agredidas por un pedófilo? ¿Nos coge demasiado lejos? Son casos espeluznantes y muy graves que merece nuestra repulsa constante y una persecución sin fin del animal que comete semejantes atrocidades.
Con el caso de Málaga, en un plis plas el drama de muchas mujeres y la violencia de muchos hombres se ha hecho visible. De lo que no se habla no existe, y ocultar el verdadero significado de estos delitos suele ser un deporte nacional. Y de eso sabe mucho el alcalde de Málaga. Un caso da igual, eso no es nada cuando ocurren cientos, ¿qué digo cientos?, mil. Eso no es lo importante. Llevar estos actos de abuso, de agresión a la mujer a la normalidad es igual que justificarlos. Palabras dichas por un dirigente político y que hacen invisible este ataque a los derechos fundamentales de las mujeres y que casi justifican estas actuaciones de poder y dominio. En una sola
frase hizo desaparecer a la víctima con una frialdad espantosa. Sólo importa la gestión municipal, la efectividad de la policía y así se deshumaniza la agresión.
Mucho se habla de la más que probable intervención del gobierno municipal para que el archivo de la causa fuera inmediata. Lo importante habría sido salvar la imagen de la feria de Málaga y si es necesario, condenar a la víctima al siniestro lado de ser acusada de "histeria" y de denunciar la violación en falso. En este punto aclarar que ella nunca denunció, fue la policía quien lo hizo de oficio y tras verla en estado de shock, diciendo que entre 5 la habían violado y con un parte de lesiones que determina desgarros anal y vaginal y la necesidad de puntos de sutura.
Casi de forma inmediata se empezó a poner el foco sobre la víctima, pero no como tal. Se empieza a dudar de que ella hiciera algo provocador para poder entender (empatía con los agresores) por qué ellos han actuado así. Esa imagen tan lamentable de los agresores vitoreados, aplaudidos y llevados en volandas por los colegas, la sociedad y el ABC. Y para que esto quede con una constancia a nivel estatal el papel del Ministerio del Interior ha sido determinante y ha patrocinado el terror sexual. Nos recomienda que para evitar que seamos violadas limitemos nuestra libertad, que vivamos con miedo, escondamos nuestro nombre y no hablemos con nadie.
En caso de estar en sus manos, háblale y distráele de sus intenciones. ¡Haz algo! Si no quieres ser violada, si quieres impedir que ellos te pisoteen y agredan, tendrás que andar con mucho cuidadito, sin provocar ni darles pie. Escóndete y no les obligues ni les tiendas puentes. Ellos son débiles y tú eres una persona descuidada, coqueta, a veces te pones faldas cortas, dejas las cortinas abiertas o hablas con desconocidos, y con esa actitud mal vamos. Así llamas la atención, sólo induces y los incitas. Da igual si hablamos de violaciones o de agresiones y palizas, algo habrás hecho.
El #PP y sus secuaces son infalibles en ponernos en nuestro sitio. El papel que tenemos en su modelo de sociedad es sumiso, obediente, con los derechos y libertades pasados por el tamiz de los intereses de su mundo ideal y por supuesto en casa, calladitas y asumiendo el papel del estado en los cuidados y la educación con alegría.
Francisco de la Torre en algo va a tener razón. La violencia contra la mujer es un asunto social y de educación, de toda la sociedad. Hombres y mujeres educando en, por, desde y para la igualdad.
No se puede asistir a situaciones como la de estos días como si de un circo se tratara, un circo de varias pistas donde sólo pitamos, aplaudimos o nos reímos. No se puede poner el foco en situaciones puntuales sin que los poderes políticos tomen las riendas para erradicar estas actuaciones machistas
y por supuesto no se puede llamar la atención a las mujeres y preguntarles ¿qué estais haciendo para acabar con esto? No son ellas las que tienen que actuar, solas no. Somos por un lado víctimas y por otro lado la mitad de la sociedad que tiene que actuar. "Hay que dirigirse a los hombres para que renuncien al machismo, para que se incorporen a la Igualdad, para que aprendan a convivir en paz y sin privilegios…" no lo digo yo, lo dice Miguel Lorente.
El objetivo es acabar con el machismo.
@enelreves
Imagen de cabecera: María Acha-Kutscher
Enlaces:
Premio limón a la jueza M. Luisa Cienfuegos Rodríguez
Un 22% de las mujeres en UE han sufrido violencia machista
rtve: "La violencia machista en España"
Ministerio Interior: Prevenir las violaciones
Huffingtonpost: El alcalde de Valladolid y los ascensores
ABC: El precio de una sociedad banalizada
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