Con la Ley que reformará las administraciones locales todo quedará en el aire. En la ley se habla de competencias que no son más que servicios públicos pero buscando a quien le toca gestionarlos y asumir su coste. Habrá ayuntamientos con plena capacidad económica que deberán dejar de prestar ese servicio en favor de una comunidades autónomas en bancarrota. Y mientras, Enrique y muchos más, pero aún no todos, nos preguntamos y preocupamos por ver qué será de los servicios sociales, con o sin el apellido de competencia, sino como servicio público fundamental para conseguir el equilibrio social y perseguir la igualdad de oportunidades.
El concepto de Servicios Sociales tiene un soporte constitucional muy amplio
ya que compromete expresamente a los poderes públicos en la promoción de las condiciones «para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas» (a 9.2), así como en el cumplimiento de objetivos que hagan posible «el progreso social y económico» (a 40.1). Y no menor en el Estatuto de Autonomía de Andalucía que tiene entre sus objetivos básicos (a.10) “ La cohesión social, mediante un eficaz sistema de bienestar público, con especial atención a los colectivos y zonas más desfavorecidos social y economicamente, para facilitar su integración plena en la sociedad andaluza, propiciando así la superación de la exclusión social. La especial atención a las personas en situación de dependencia. La integración social, económica y laboral de las personas con discapacidad. La integración social, económica, laboral y cultural de los inmigrantes en Andalucía.”
El Roto |
Vivimos en un momento en que más necesaria se hace intervenir desde el Estado, desde los Sistemas Públicos para conseguir estos objetivos. Es imprescindible poder proponer y extender los recursos, actividades y prestaciones necesarias, organizarlas para la promoción del desarrollo de los individuos y grupos sociales. La meta es conseguir el mayor bienestar social y una mejor calidad de vida, prevenir y eliminar la marginación social.
Pero todo parece funcionar al contrario de como debería. Cuando las desigualdades son mayores, y mayor es la brecha social; cuando más personas están necesitadas de esa intervención que le muestre los recursos para su autonomía, es ahora cuando legislando con la única doctrina de la economía y el déficit, se coarta esta posibilidad de salir. Dependientes no son únicamente quienes necesitan ayuda de cuidador o cuidadora.
Perversidad la del gobierno trabajar la desigualdad en sí misma y además recortar las posibilidades para que se trabaje para la inclusión y la cohesión social.
Y así se está generando otro tipo de personas dependientes, en el sentido de su falta de autonomía por carencia de recursos.
El Estado Social debe buscar la plena integración del individuo en la sociedad. Por definición tiene que fortalecer servicios y garantizar derechos considerados esenciales para mantener el nivel de vida necesario y facilitar participar como miembro pleno en la sociedad. Así tenemos que para cumplir con nuestra Constitución, tan castigada últimamente, hay que reforzar elementos como la sanidad, educación, el trabajo o la vivienda. Todo lo contrario de lo que está sucediendo o de lo que están provocando.
El Sistema Público de Servicios Sociales se considera el cuarto pilar, precisamente porque debe tener las herramientas a su alcance para que quienes están en exclusión, en desigualdad, quienes forman parte de un colectivo que no tiene las mismas oportunidades o está en situación de desigualdad se desarrollen para conseguir el mayor bienestar posible y la mejor calidad de vida. Así serán más libres.
Escasean los recursos públicos, a las comunidades autónomas y ayuntamientos se les pide más sacrificios en las espaldas de sus ciudadanos y además se busca un proceso absurdo de centralismo de las competencias y los servicios que nos puede llevar a la eliminación de algunas de ellas. Los servicios sociales están en peligro.
Si esto sucediera, haríamos de los pobres, más pobres y de los excluidos más apartados de la sociedad y de los colectivos especiales, unos marginados.
Enrique está preocupado y ocupado por el futuro de los Servicios Sociales Municipales. La Reforma Local dará un duro golpe a la atención a estas personas, quitándoles la oportunidad de que sean atendidos por sus ayuntamientos. Y un futuro aún más incierto a cientos de profesionales que podrían perder el empleo y su labor en favor de la igualdad y la libertad individual y colectiva. Es un futuro hasta ahora confuso, sin respuestas sobre si la Comunidad Autónoma tendrá recursos económicos suficientes y capacidad organizativa o madurez política de llegar a acuerdos y convenios con otras administraciones de distinto color.
Parece que vivimos otros tiempos que ya estaban lejos. Se vuelve a hablar de la dictadura con amabilidad, regresamos a la época de las tradiciones en blanco y negro, a la mantilla, a aquellos tiempos en que sólo estudiaban quien se lo podía pagar mientras los curritos y obreros trabajaban en silencio y con tristeza. Leyes que protegen a la policía de los ciudadanos. Hay impuestos para ricos y otros para pobres. La beneficiencia y la caridad sustituyen a los servicios públicos. Curas que vuelven a dirigir las vidas de las mujeres, no desde los confesionarios sino desde los medios de comunicación, los libros o los Ministerios.
La maquinaria de la desigualdad sigue su marcha en la Cortes. Ley a Ley. Golpe a Golpe.
Las dictaduras no tienen como objetivo acabar con la democracia, sino eliminar libertad.@enelreves
A. Machado "El mañana efímero"
Vídeo: "Resistiré" Lip Dub El Intermedio
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