viernes, 3 de octubre de 2014

Madre no hay más que una

Marie Curie ingresó en la Universidad de la Soborna a la edad de 23 y sus estudios sobre la radioactividad comenzaron cuando tenía 29 años. Hedy Lamarr fue actriz, inventora e ingeniera de telecomunicaciones. A los 35 años ideó y patentó la conmutación de frecuencias, el concebido nacido precursor del imprescindible WIFI sin el que no podemos vivir.
Ada Lovelace,  matemática y escritora, trabajó sobre la máquina calculadora y en estos asuntos ingenió el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. Fue el origen
del principio de la informática.
¿Cuántas más podemos citar de este nivel? Mujeres en edad fértil inventoras, científicas, heroínas, escritoras, astronautas, deportistas, políticas, misioneras, diseñadoras, arquitectas, pintoras, músicos, médicos, físicas, investigadoras, aviadoras, expedicionistas o astrónoma como Hipatia. Aparte de estas mujeres extraordinarias para la historia hay muchas otras singulares, conocidas o no, que han contribuido o lo hacen en la actualidad al desarrollo y la economía de cualquier país. Y en este apartado están todas las mujeres. El 52% de la población que aportan trabajo, ideas, dedicación ya sea para el mundo de la empresa, la administración o aportando un importante porcentaje de trabajo silencioso. En la nueva medida del PIB se ha incluido el crimen, la trata y la prostitución. Trabajos que tienen valor monetario, pero nadie se atreve a incluir indicadores alternativos que midan el bienestar de las personas. Medir el trabajo del hogar o los cuidados, tareas realizadas en casi su totalidad por mujeres supondría por ejemplo para Andalucía 167.000 millones de €, que iría sumado a los 140.000 millones estimados que representan el PIB de nuestra comunidad.
Este es el lugar que la señora le quiere otorgar a la mujer, que para ella no es más que un elemento en la cadena de producción, un coste a añadir en la cuenta de resultados y que resta ceros a las cifras de la productividad.  Ella es lo que es y no voy a entrar en (des)calificaciones pero sobre todo es lo que representa. Su ideología es la que impera entre los suyos, los que piensan sólo en su propio beneficio y en el lugar que cada uno debemos ocupar en la sociedad y por cuanto dinero. Jóvenes a mitad de precio y las mujeres fértiles ni gratis. Esta empresaria representa una ética social que impera y escandaliza, pero que es real. La igualdad no existe nada más que en el papel, pero no en la sociedad y a la cruda realidad le salen voceros y voceras de este nivel que hará pensar a más de uno que por fin alguien dice la verdad.
¿Cuánto se perdería la industria, las artes, las ciencias, la sociedad en general si las mujeres en esos años se quedaran en casa?
Pero ella ha abierto otro viejo debate, seguro que sin darse cuenta. Si la mujer para triunfar, para desarrollarse en el mundo laboral decide no ser  o no madre es una decisión totalmente personal. Una mujer es un ser completo, sea madre o no Sr. Gallardón. Cierto que las leyes no protegen completamente esta situación y empresaurios como Mónica Oriol nos hace sospechar muy mucho de que la norma se cumpla con honestidad. Aparte de las pruebas que tenemos, claro está.
Vivimos, ella también, en un país que no apuesta con coraje por ayudar a la maternidad, necesaria por otra parte ¿no?; con gobiernos que posponen el permiso de paternidad porque es dinero, que no aportan facilidades para que la mujer y el hombre con hijos tenga una conciliación real. Queda mucho por hacer para hacer posible compatibilizar la maternidad con el mundo laboral y ella lo sabe y los suyo también y aplauden.
Pero además debemos considerar un dato revelador en toda esta historia. Mónica Oriol tiene seis hijos. SEIS. Es empresaria de éxito y entró en el consejo de administración de una empresa por la cuota, esa de la que los suyos reniegan. ¿Cómo puede, según su teoría una mujer con tantos hijos llegar tan alto? O su marido es funcionario, o es lo de siempre. Sólo podrán trabajar, según ella, quienes tengan la oportunidad económica y la decisión de no participar al máximo en ese etapa, que sus hijos sean cuidados por profesionales, osea pagando, o por abuelas que es donde más le gusta ver a la mujer, en casita.  ¿Entrará en las pruebas de acceso a su empresa la prueba del pañuelo? En su lado de la sociedad, unos nos quieren obligar a ser madres para ser completas mientras los otros por lo mismo nos niegan el trabajo.
!YPensar que Mónica Oriol nació de madre, (con dolor)¡
@enelreves

Foto cabecera: Hedy Lamarr en "Sanson y Dalila"

Vídeo:
 La Liga de las Mujeres Extraordinarias: Hellen Keller

Enlaces:
Clara Grima: Un orgasmo (fingido), una chica de Gaza y misiles en Cuba
diario.es: "El PIB que mide Europa"
La Liga de las Mujeres Extraordinarias



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