Una mujer ha sido asesinada y como sospechosa hay otras dos mujeres. Existen rumores, entredichos y versiones de los hechos, de las circunstancias y de la relación entre ellas tres. Una madre y una hija pistola en mano al parecer le dieron tres tiros mortales a la presidenta del PP de León y Presidenta de la Diputación Provincial. Una muerte siempre injustificada y miserable.
Al poco tiempo fueron detenidas la esposa y la hija del inspector jefe de la comisaría de Astorga como presuntas autoras materiales del asesinato. Las primeras investigaciones apuntaron a una venganza como móvil del
crimen, ya que la detenida de menor edad fue despedida del organismo
provincial. A esto habría que añadirle una secuencia de desencuentros políticos entre ambas. Se trata de una muerte inútil y llena de rencores y de historias de poder que nos deja una sensación de que hay límites que pensábamos que solo en las películas y en los casos de espionajes rusos se daban. Tristeza por el género humano y asombro por lo inédito de lo sucedido. Hasta aquí el relato de los hechos de un crimen.
En las redes sociales se ha montado un gran revuelo. Subidas de tono desde todas las direcciones, incluso algunas investigadas por la policía por si fuesen constitutivas de delito por apología o incitación. Justificaciones del suceso que me llenan de asco y que me hacen ver que hay quien se está perdiendo en eso del anonimato y que se lo debería hacer mirar por un profesional de lo que sea.
Y también y como empieza a ser habitual el aprovechamiento de casi los de siempre haciendo de la desgracia argumentos para su campaña de criminalización de todo lo "que no le viene bien", en este caso los escraches y el señalamiento público.
Pero eso duró lo que tardaron en ver que la presunta homicida era militante de sus propias filas. Aquí se acabaron las alegrías de los insultos al rojerío, el señalar que se empieza con un escrache y se acaba metiendo dos tiros y que es inhumano que se aposten en la puerta del domicilio de Soraya S. de S. porque tiene un niño chico y a saber cual sería el paso siguiente de estos descabezados delincuentes.
Una mujer ha muerto asesinada por venganza y revanchas políticas y personales. Y todos han salido, como no podía ser menos, a defender la situación y a los suyos y por supuesto a denunciar. ¿Es un ataque a la institución política? En eso puedo tener mis dudas. No la han matado por lo que era, sino por lo que ellas pensaron que les habían hecho, eso sí, desde determinada situación política y de poder. No es un acto terrorista, es un asesinato donde el delito acaba ahí. Un hecho puntual, muy lamentable, pero puntual.
Pero ¿que chirría en todo esto? Estamos más que de acuerdo en que lo natural es condenar los
homicidios y los crímenes, t-o-d-o-s. Para juzgar y dictar sentencias está la justicia. Pero cuando los mismos, los mismos, los mismos que trataban un caso de secuestro, violación, sometimiento y esclavitud de la manera más denigrante y ofensiva que en mucho tiempo he visto con la justificación de la situación de la "pardilla" que se dejó engañar. Esos mismos son los que entienden este crimen como un ataque sin precedentes desde la "progresía" frente a las gentes de orden como ellos. ¿Dónde está el equilibrio?
¿Por qué no atacan con la misma energía twitera o de titular los casos de ofensas y de ataques que desde los púlpitos, las hojas parroquiales o los libros diocesanos se hacen a las mujeres o cuando se hace apología del maltrato y del terrorismo machista? Palabras, libros desde el obispado, discursos y homilías que fomentan el odio, el maltrato y el terror. ¿Qué ha dejado de entenderse en el concepto convivencia y vida cuando un acto aislado es tomado como una declaración de guerra y muertes sistemáticas de mujeres a manos de "sus hombres" importan poco o nada y no tienen apenas dos lineas desde las editoriales? En este desgraciado caso hasta se ha dado el parte médico de cuales fueron las lesiones que le han producido la muerte, fotos y mapas de situación y el calibre del arma homicida. Nombres y apellidos de las detenidas, algo poco usual en los casos de otras mujeres asesinadas.
Existe la constatación de que se quiere dar la sensación de Kaos y bronca, que el ambiente generalizado es la hostilidad a la clase política hasta llegar al nivel de asesinar por ello. Que la convivencia es la que está en juego. "Para El Mundo "abucheos, insultos, escraches e intentos de agresión" son síntomas de un malestar que "de no combatirse a tiempo puede degenerar en situaciones que pongan en riesgo la convivencia". "No queremos decir que ésta haya sido la causa del crimen, pero sí hay que constatar que este caldo de cultivo contribuye a erosionar la relación con unos políticos a los que se ve ahora como enemigos". Me vais a perdonar, pero no es eso lo que yo veo. Hartito podemos estar de varios (muchos) políticos y de sus políticas de sobres, cuentas en Suiza, eres, no becas, no dependencia y concertinas. Estamos hasta el gorro de sus políticas de "búscate la vida" y devaluación de lo social. Y sobre todo son ellos los que están erosionando la relación de la sociedad con los políticos y las Instituciones golpe a golpe, recorte a recorte, decreto a decreto e indulto a indulto permitiendo o condenando las situaciones, los señalamientos, las apologías y los ataques dependiendo de a quien vayan dirigido.
Enlaces:
El Plural :"Sostres dispara contra Colau"
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