Ir de putas a los 15 #25NAbolicionista

Unos colegas de 12 años buscaban el momento para encerrar en el baño a su compañera del cole y masturbarse. El abuso fue creciendo en intensidad hasta el día en que decidieron -como en un bukake- correrse todos, en manada, sobre ella.
Sólo hacían lo que veían en el móvil, Porno.

Niños sin bozo retratados por Carme Chaparro en el artículo Bukkake. Niños con plena capacidad de llegar al porno en cualquier momento y lugar, que comienzan desde Primaria a normalizar la hipersexualización de las mujeres, los abusos y la mercantilización de los cuerpos de las mujeres. Estos niños, que no tendrán edad penal hasta dentro de 6 años, forman parte de la masa social, comparten el imaginario sexual pornográfico, un modelo de sexualidad androcéntrico y patriarcal que se aprende y que encuentra en la prostitución un espacio para recrearse.
La industria y el mercado están trabajando para perpetuar la explotación de la mujer y su cuerpo llegando a estos niños a través del porno, son ptenciales futuros clientes puteros que desde el instituto van asumiendo que los cuerpos femeninos son algo subalterno, naturalizando que si lo quieren lo toman y listo, subiendo sin tregua por la pirámide de los abusos y la violencia machista.
Los cuerpos de las mujeres se convierten a través de puteros y proxenetas en un bien de mercado porque el deseo sexual y de poder de los hombres se consagra en una necesidad básica social a satisfacer. Para ellos "ir de putas" es ocio, entretenimiento, un derecho de los hombres, algo que los hombres hacen con los hombres para celebrar, hacer negocios o echar un rato. Se invitan unos a otros como si de irse de cañas se tratara. La primera vez que Sergio fue de putas a los 15 años lo hizo por curiosidad, y la segunda porque le pagaron el servicio. Y todo tan normal, natural, sin que sea visble la violencia de género.
Así las mujeres son convertidas en idénticas y sometidas al poder del hombre, en cuerpos para la diversión, pagando en algunos casos o tomándolo sin más en manada en un portal entre cinco, en un descampado de noche o a tu mujer en la cama. Y si lo que se tercia es irse de putas, lo harán desde el tremendo mercado montado para ellos, en el Club, el piso o  la rotonda y toma lo que les venden, y que la mercancía vaya cambiando, eso es importante. De manera natural.  Mujeres sin identidad, sin individualidad, un bien más que el capitalismo y el mercado pone a su disposición.
Desde el feminismo radical se trabaja para desenmascarar al patriarcado y uno de los caminos es  señalar el origen patriarcal de la prostitución que tenemos que entender enmarcado en la globalización del capitalismo neoliberal y así hacer comprender la expansión de la macroindustria de la prostitución (la industria del sexo). La prostitución hay que verla desde el ángulo de la economía política y comprender el poder que tiene como sector económico (que contabiliza para el PIB, no lo olvidemos) y reconocer su vínculo con la economía criminal.
Los señores del negocio quieren sacar la prostitución del debate político, que caigamos en la trampa del machismo y hablan del oficio más antiguo del mundo, de mujeres libres que la ejercen en plena libertad, de glamur, de Pretty Woman y del derecho a la libre sindicación de mujeres profesionales del sexo. Quieren que se normalice (recoger en el norma) la actividad económica ilegal del abuso y la explotación de las mujeres. Sin que entremos a hablar de trata.
Pero esta vez erraron, se equivocaron cuando intentaron hacerlo a través de la organización laboral de las mujeres y la sentencia lo deja meridianamente claro cuando dice que "“Hemos de concluir con las partes que no resulta posible con arreglo a nuestro derecho la celebración de un contrato de trabajo cuyo OBJETO sea la prostitución por cuenta ajena, esto es, un contrato en virtud del cual el trabajador asuma LA OBLIGACIÓN DE MANTENER RELACIONES SEXUALES QUE LE INDIQUE EL EMPRESARIO, con las personas que este determine a cambio de una remuneración, y el contrato que así se celebre debe reputarse NULO"
Quienes plantearon la legalización del sindicato OTRAS a través del falso discurso de la libre sindicación cayeron en la trampa del machismo y no entienderon nada. No se trata de un derecho individual laboral, la prostitución no es trabajo, no empodera. Es Violencia. 
La explotación sexual es una de las formas más brutales de la explotación sexual.
Este 25N es abolicionista. El movimiento feminista es abolicionista.  #EsPorTodas

@enelreves

Las claves de la sentencia que anula el sindicato OTRAS.