miércoles, 19 de junio de 2013

La Revolución de la Alegría

Sumisión, Imposición, Sacrificios, Penitencias, Ruina, Vaciado, Fractura social. Estos son algunos de los términos más utilizados últimamente en discursos, mítines, asambleas y artículos de opinión. Y es verdad que los tiempos son esos. Sumisión e Imposición a los mercados, Sacrificios y Penitencias que se nos aplican, nos buscan la Ruina y todo esto lleva a un Vaciado de derechos sociales y democráticos y a un desapego que nos arrastra a una Fractura social. Así lo ve Julián Buey en su artículo : "La resignación no es una opción. Vamos a seguir luchando" La necesidad de plasmar la realidad para poder combatirla, y mostrar que "se constata otra forma de hacer las cosas"
Pero frente a estas palabras, extraídas una a una para llamar la atención sobre lo oscuro,  otras se están utilizando más y más cada día. También por ejemplo, por el mismo J. Buey. Palabras como alegría, optimismo, ánimo, perseverancia o cambio.
Llegan de muchos sitios mensajes de optimismo que pueden parecer fuera de lugar, nos pueden hacer pensar que no es el momento de estar con sentimientos positivos. Hasta el PP
se ha sumado a eliminar la negatividad de su lenguaje y sus discursos. Claro que no es del PP de quien quiero hablar.
Vemos todos los días mensajes individuales en las redes sociales. Facebook o Twitter se llenan de citas extraídas de personajes ilustres o de las galletas de la suerte con el objetivo de hacernos sentir mejor. Inteligencia emocional o facilones mensajes de autoayuda, no sé.
Se comenta que la palabra más utilizada en la XIX Asamblea Regional de IU en Andalucía fue Alegría, como fórmula de fortalecimiento.





Una cosa es cierta, es momento de cambio. Estamos en crisis y esa es la excusa para perpetrar reformas y recortes que sólo tienen detrás #Ideología . Crisis tiene muchos significados: cambio, mutación, modificación y sólo en el sexto lugar está escasez o carestía (según la RAE). En ese momento histórico vivimos. Somos testigos y actores de movilizaciones sociales sin precedentes, 15M, PAH, Cumbre Social, Mareas, 3 Huelgas Generales. La sociedad está hablando, sumando,  mientras el gobierno y su partido pierden adeptos y votos. Para que se produzcan cambios importantes la calle tiene que gritar. El gobierno se ha plantado en su mayoría absolutista y no oye ni quiere oír a los ciudadanos y ni siquiera a quienes los votaron. Pero ese es nuestro papel, hacer que la sociedad sepa y hable. Que se conozca todo aquello que intentan ocultar, que sepan la verdad que otros tapan con mentiras y engaños. De forma individual y colectiva tenemos que llegar a los rincones y las conciencias  para levantarlas y que sepan. Sin tristezas, perezas ni abatimiento.
Volviendo a la importancia de las palabras. Lo que buscamos es un cambio profundo de la situación y eso tiene un término que equivocadamente hay quien intenta asociarlo a violencia, Revolución.
Bien es verdad que quizás sería necesaria más contestación en la calle o una mejor "gestión" de las movilizaciones. La sociedad tiene que estar organizada, y para las Organizaciones Sindicales es difícil organizar a los excluidos del mercado laboral. Hay quien pasa por las empresas pocos días con contratos basura y de corta duración,, en esto coincido con J. Coscubiela pero hay algo más,  en muchos de los casos nos encontramos con miedo, mucho miedo a ser visto con el sindicato por temer represalias, despidos por ir en las listas a Comité o acoso por ser delegado sindical. Incluso en el ámbito de lo público. Las Reformas Laborales han dado un poder desorbitado al empresario y ha debilitado mucho al trabajador y  a esto unido se suma cómo cala el mensaje enviado desde la caverna mediática para desprestigiar el papel social de los sindicatos. Y es el temor al papel de estas organizaciones lo que les hace calificarlos de  innecesarios, sectarios, vendidos o corruptos. Esto es justamente lo que mejor demuestra su valor. Es una labor prioritaria acometer la fórmula para romper ese muro. No puede en esto ganar la empresa, no podemospermitir que coacciones y amenazas que intentan acabar con elmovimiento sindical en las empresas se salgan con la suya.
Y mientras mejoramos y combatimos esta situación que existe en los centros de trabajo ¿Qué?
La lucha contra la dictadura fue entrando en las empresas con las comisiones obreras, a partir de los trabajadores. Para combatir este régimen habrá que entrar en las Instituciones, dónde se toman las decisiones, y en las Asociaciones de Vecinos, en las Organizaciones,  y explicar, dar a conocer que existen otras formas de hacer y que la resignación no cabe. El movimiento obrero es también movimiento social.
El miedo paraliza, y el optimismo y la alegría nos activa, nos da imaginación para combatir situaciones difíciles y hace que nos sintamos con fuerzas. Y lo que no nos mata nos hace más fuertes, sé lo que me digo.
Hay formas de combatir con alegría y con imaginación. Aquí hay un ejemplo, y muy bueno.


El título lo he tomado prestado de un ensayo de William Ospina (Colombia) "Si alguna revolución requiere la educación, pienso que es la revolución de la alegría, que le es devuelta o les confiera a los procesos educativos su radical condición de aventura apasionada, de expedición excitante, de juego y de fiesta”,

@Enelreves

2 comentarios:

Pepe Marmolejo dijo...

Efectivamente, con alegría, ánimo y sin dar un paso atrás... avancemos hacia la Revolución, la de la ciudadanía en defensa de los derechos que nos expolian día tras día, la de toda la sociedad por el bien de la mayoría.
¡¡Viva la revolución de la Alegría!!, ¡¡Viva esta Comunidad Educativa de Coín, la del Colegio Público Huertas Viejas, y su unión y acción común contra el ataque a la educación pública y de calidad... para todas y todos!!

Inma González dijo...

Me ha encantado Rosa...intentemos mantener viva la alegría por difícil que pueda resultar. La alegría inspira y necesitamos un poco de creatividad en estos tiempos. Animo!!